Hamilton, actual líder del Mundial, frenó el crono en 1:36.015, precediendo al holandés Max Verstappen (Red Bull), con 1:36.334, dejando detrás a los Ferrari de Sebastien Vettel (1:36.628) y de Kimi Raikkonen (1:36.794), tercero y quinto, respectivamente, y que partían como favoritos a ocupar la primera fila en la parrilla.
En un circuito, a priori, propició para Ferrari y, en cambio, que parecía más complicado para Mercedes, el actual líder del mundial y defensor del título dio toda una lección de pilotaje y sumó la que es su 79 "pole" en Fórmula 1. Desde 2014 no la hacía en Singapur.
Lo hizo con hiperblandos en su decimoquinta vuelta, rozando los muros del circuito de Marina Bay, y con un crono final que es 3,4 segundos menos que lo realizado por Vettel en 2017, cuando consiguió el mejor tiempo para la salida.
Los Ferrari de Vettel y Raikkonen, en cambio, defraudaron. Y eso que habían dominado en el entrenamiento libre de la tarde, en lo que parecía confirmar un dominio sin contestación. Sin embargo, en la calificación no aconteció lo esperado.