Corinthians se convirtió en el nuevo monarca del Mundial de Clubes luego de imponerse por 1-0 a Chelsea en la final disputada en Yokohama, Japón.
El autor de la única cifra del encuentro fue el peruano Paolo Guerrero, cuando en el minuto 69 capturó con un frentazo un rebote en la entrada del área menor, decretando el que sería, a la postre, el único tanto del partido.
Luego el conjunto londinense buscó por todos los medios de marcar la igualdad, pero se encontraron sus atacantes con la rutilante figura del portero Cassio, que evitó al menos en dos oportunidades la caída de su pórtico.
Cuando el duelo expiraba, el delantero Fernando Torres ganó por los aires y envió el balón al fondo de las mallas, pero el juez asistente determinó que éste se encontraba fuera de juego, anulando su conquista.
El "timao" accedió al torneo que se disputó en tierras niponas luego de coronarse campeón de la Copa Libertadores 2012 y a la final del certamen accedió al vencer a Al -Ahly de Egipto.