La selección de Japón hizo historia con su triunfo ante Camerún (1-0), victoria que le permite no sólo mantener aspiraciones a estar en la segunda fase, sino que también supone la primera que consigue en un Mundial que se celebre en territorio extranjero.
Los asiáticos, que debutaron en su cuarto Mundial consecutivo, sumaron su primera victoria y dejaron en evidencia a los 'Leones Indomables' que ofrecieron una paupérrima imagen y poca ambición, que se vieron acompañadas por la ausencia de ideas y juego.
Los porteros, como desgraciadamente se ha visto ya en algunos otros encuentros, estuvieron a punto de ser los primeros protagonistas, ya que ni el joven Kawashima ni Souleymanou, sorprendente titular en detrimento de Kameni, dieron sensación de tranquilidad.
No del guardameta, sino de sus compañeros en la defensa fue el fallo que antecedió el gol de Japón, que llegó de la botas de Keisuke Honda, el jugador con más espíritu atacante de los nipones. Matsui lanzó desde la derecha un centro al segundo palo que se quedó en el pie del delantero del CSKA de Moscú, que remató sin problemas a bocajarro tras el error de la zaga africana.
Japón consiguió quizá más recompensa de la merecida, pero mucho menos ofreció Camerún, sin profundidad ni orden para crear peligro, y sin dar sensación de apostar siquiera por su fortaleza física en la primera mitad.
En la reanudación, Paul Le Guen no varió el equipo, aunque Samuel Etoo, también muy opacado, protagonizó una gran jugada individual que pudo haber cambiado el signo del partido. El atacante arrancó desde la cal de banda y se fue de los defensas hasta la línea de fondo, pero Choupo-Moting no aprovechó el pase de la muerte.
La acción, sin embargo, no sirvió para modificar el panorama, y Le Guen no reaccionó hasta el 75, con dos cambios que tampoco sirvieron de mucho. Incluso, Japón, con lo mínimo, pudo haber conseguido una renta mayor, pero Souleymanou despejó un remate de Hasebe y Okazaki, que se encontró con el balón, remató al palo 82.
Tres minutos después, un trallazo de Mbia, que se estrelló también en la madera, fue el otro único momento destacable de una selección de Camerún, que decepcionó sobremanera, aunque terminó en el área rival atacando con ansiedad y cuando ya el reloj marcaba el descuento Ettoo hizo lucirse a Kawashima.
Los asiáticos, que debutaron en su cuarto Mundial consecutivo, sumaron su primera victoria y dejaron en evidencia a los 'Leones Indomables' que ofrecieron una paupérrima imagen y poca ambición, que se vieron acompañadas por la ausencia de ideas y juego.
Los porteros, como desgraciadamente se ha visto ya en algunos otros encuentros, estuvieron a punto de ser los primeros protagonistas, ya que ni el joven Kawashima ni Souleymanou, sorprendente titular en detrimento de Kameni, dieron sensación de tranquilidad.
No del guardameta, sino de sus compañeros en la defensa fue el fallo que antecedió el gol de Japón, que llegó de la botas de Keisuke Honda, el jugador con más espíritu atacante de los nipones. Matsui lanzó desde la derecha un centro al segundo palo que se quedó en el pie del delantero del CSKA de Moscú, que remató sin problemas a bocajarro tras el error de la zaga africana.
Japón consiguió quizá más recompensa de la merecida, pero mucho menos ofreció Camerún, sin profundidad ni orden para crear peligro, y sin dar sensación de apostar siquiera por su fortaleza física en la primera mitad.
En la reanudación, Paul Le Guen no varió el equipo, aunque Samuel Etoo, también muy opacado, protagonizó una gran jugada individual que pudo haber cambiado el signo del partido. El atacante arrancó desde la cal de banda y se fue de los defensas hasta la línea de fondo, pero Choupo-Moting no aprovechó el pase de la muerte.
La acción, sin embargo, no sirvió para modificar el panorama, y Le Guen no reaccionó hasta el 75, con dos cambios que tampoco sirvieron de mucho. Incluso, Japón, con lo mínimo, pudo haber conseguido una renta mayor, pero Souleymanou despejó un remate de Hasebe y Okazaki, que se encontró con el balón, remató al palo 82.
Tres minutos después, un trallazo de Mbia, que se estrelló también en la madera, fue el otro único momento destacable de una selección de Camerún, que decepcionó sobremanera, aunque terminó en el área rival atacando con ansiedad y cuando ya el reloj marcaba el descuento Ettoo hizo lucirse a Kawashima.
