Para la Selección chilena el empate con Venezuela en Temuco supone un paso más en el trayecto final hacia Sudáfrica. En rigor, sin el exitismo injustificado que podría generar un triunfo sin trascendencia mayor en esta etapa de exigencias distintas, ni el dramatismo de un resultado que tampoco afecta significativamente los objetivos trazados por Marcelo Bielsa en la hoja de ruta. A despecho de un 0 a 0 que pudo tener otra configuración definitiva, si Esteban Paredes y Eduardo Vargas hubieran acertado al menos una de cuatro ocasiones inmejorables de gol, el amistoso entrega aspectos aprovechables y nombres considerables para el tramo final de la preparación.La próxima etapa del plan Sudáfrica consulta la fecha del 16 de mayo con México, definitivamente el adversario más linajudo en el tránsito hacia el Mundial. Por ahora, cada partido suma algo y permite desechar dudas para acotar el margen de error, mientras la "Roja" conserva intactos sus niveles de adhesión popular. Esta vez hubo dieciocho mil personas que la alentaron en el imponente estadio Germán Becker -un escenario de lujo- y que disfrutaron la fiesta aunque la Selección no llegara con su traje de gala.
