Marcelo Salas se despide de sus seguidores, durante el partido de despedida en el Estadio Nacional de Santiago, que terminó empatado 3-3 entre ambos equipos y que quedará en segundo plano, ya que lo más importante de esta fría noche fue el aplauso generoso para decirle adiós y agradecerle al ídolo, al goleador histórico de la selección chilena y al que para muchos será uno de los mejores artilleros que ha dado el fútbol nacional.
Hinchas de Universidad de Chile se reunieron en Los Lagos, en la sede del Deportivo Cóndor para observar la despedida del "matador Salas".
En una noche llena de emoción y simbolismos el goleador histórico dijo adiós a la actividad. El artillero fue despedido por un Estadio Nacional repleto, que lo ovacionó de pie y en todo Chile, en Los Lagos, también despidieron y ovacionaron al gran " matador Salas ".
En una noche llena de emoción y simbolismos José Marcelo Salas Melinao, el goleador histórico de la selección chilena, dijo adiós al fútbol ante un Estadio Nacional repleto que lo ovacionó y le agradeció tantas alegrías vividas tanto con la camiseta roja del equipo de todos y la azul de Universidad de Chile, el club de sus amores.
La noche de este 2 de junio de 2009 quedará enmarcada en el corazón y la memoria del delantero nacional, ya que acompañado de muchos amigos ex futbolistas puso fin a su extensa y laureada trayectoria que incluyó grandes éxitos deportivos tanto a nivel nacional como internacional.
La noche de este 2 de junio de 2009 quedará enmarcada en el corazón y la memoria del delantero nacional, ya que acompañado de muchos amigos ex futbolistas puso fin a su extensa y laureada trayectoria que incluyó grandes éxitos deportivos tanto a nivel nacional como internacional.
Un 24 de diciembre de 1974 en Temuco nació Marcelo Salas, un humilde joven que a su corta edad demostró una gran capacidad futbolística. Ya jugando en el club Santos, a los trece años, viajó a Santiago para incorporarse a Universidad de Chile, equipo que marcaría su carrera. En el conjunto universitario fue una pieza clave y consiguió el histórico bicampeonato de 1994 y 1995, tras 25 años sin títulos para los azules.
En 1996 el "Matador" selló su traspaso a River Plate, uno de los equipos más importantes del fútbol argentino, quien realizó un fichaje millonario e histórico y se llevó sus goles a Buenos Aires. Con la camiseta "banda sangre" Salas ganó el Torneo de Apertura 1996, Apertura 1997 y Clausura 1997. Además de coronarse campeón de la Supercopa Sudamericana 1997.
En lo que se refiere a la selección chilena, el delantero tuvo una destacada participación que clasificó a la Copa del Mundo Francia 1998, en la que marcó 18 goles y fue el segundo goleador de las clasificatorias. Junto con la "Roja" disputó el mundial galo, certamen en el que anotó cuatro dianas y clasificó con el equipo de Nelson Acosta a octavos de final. Tras el campeonato mundial Salas fichó por la Lazio de Italia, equipo en el que se transformó en figura y ganó una Supercopa italiana en 1998, un Scudetto, la Copa Italia y la Supercopa de ese mismo país en el 2000. Un año después Juventus se quedó con sus goles y a pesar de sufrir la peor lesión de su carrera, rotura de ligamentos de la rodilla derecha, el "Matador" ganó cuatro títulos con el equipo de Turín. Ya en el 2003 volvió a River Plate, cuadro con el que disputó la final de la Copa Sudamericana ese año y conquistó el Torneo de Apertura 2004. En el 2005 regresó al club de sus amores, Universidad de Chile, equipo en el que jugó dos finales y dio por finalizada su gran carrera el 23 de noviembre de 2008, con dos goles ante Cobreloa. Su despedida con la "Roja" estuvo marcada por los dos goles anotados ante Uruguay por las clasificatorias a Sudáfrica 2010, tantos que lo transformaron como el máximo goleador histórico de Chile.
Se inició en Temuco, en el Santos de su ciudad natal, e hizo las inferiores en Deportes Temuco. A los 13 años viaja a Santiago para incorporarse a Universidad de Chile, donde uno de sus primeros entrenadores fue Salvador Biondi. Hijo de Rosemberg Salas y Alicia Melinao, Salas debutó en la "U" en 1993, siendo técnico Arturo Salah, su debut como titular fue el 4 de enero de 1994. Marcando un gol en la derrota de su equipo ante Cobreloa. Ahora trabaja promocionando el deporte a nivel nacional.
Debutó profesionalmente en 1994, en un partido por la Copa Chile ante Colchagua. La afición universitaria le dio el apodo de "Matador" debido a su sangre fría a la hora de definir basada en uno de los singles del grupo musical Los Fabulosos Cadillacs, que en esa época estaba de moda. En el cuadro azul logró dos títulos del campeonato chileno (1994 y 1995), siendo pieza fundamental en el ataque del equipo universitario. En tres temporadas dejó en claro su calidad goleadora, convirtiendo 74 goles. Además, en 1996 alcanza a jugar la recordada semifinal de la Copa Libertadores de América, donde Universidad de Chile fue eliminada por River Plate tras un polémico arbitraje. Ésto fue suficiente para que el mismo River Plate y Boca Juniors, equipos argentinos rivales entre sí, se interesaran en él, siendo el cuadro de los millonarios quien finalmente lo adquirió en poco más de dos millones de dólares, una cifra inédita por un delantero chileno.
Debutó profesionalmente en 1994, en un partido por la Copa Chile ante Colchagua. La afición universitaria le dio el apodo de "Matador" debido a su sangre fría a la hora de definir basada en uno de los singles del grupo musical Los Fabulosos Cadillacs, que en esa época estaba de moda. En el cuadro azul logró dos títulos del campeonato chileno (1994 y 1995), siendo pieza fundamental en el ataque del equipo universitario. En tres temporadas dejó en claro su calidad goleadora, convirtiendo 74 goles. Además, en 1996 alcanza a jugar la recordada semifinal de la Copa Libertadores de América, donde Universidad de Chile fue eliminada por River Plate tras un polémico arbitraje. Ésto fue suficiente para que el mismo River Plate y Boca Juniors, equipos argentinos rivales entre sí, se interesaran en él, siendo el cuadro de los millonarios quien finalmente lo adquirió en poco más de dos millones de dólares, una cifra inédita por un delantero chileno.
Su paso por la Selección de fútbol de Chile también ha estado plagado de éxitos. Debutó en junio de 1994, en el Estadio Nacional, ante la selección argentina de Diego Maradona, partido que finalizó 3-3. Salas entró en el segundo tiempo y anotó uno de los goles chilenos. Junto a Iván Zamorano conformó la dupla Sa-Za, que logró llevar al Seleccionado nacional a la Copa del Mundo de 1998. Salas fue el segundo goleador de esas clasificatorias, por detrás de Zamorano, y anotó recordados goles: en Quito ante Ecuador y de local frente a Uruguay, además de tripletas ante Perú y Colombia, y un gol en el partido final frente a Bolivia. En la gira preparatoria para el Mundial de Fútbol Francia 1998, Chile jugó un partido amistoso ante Inglaterra en el mítico estadio de Wembley ante cerca de 65.000 espectadores, el 11 de febrero de 1998. En un recordadísimo partido, Chile ganó por 2-0 con goles del Matador. Uno que realmente fue un golazo, con un control, giro y definición perfecta, sin dejar que la pelota tocara el suelo después de un pase de más de 60 metros de José Luis Sierra. El otro, un penal que él mismo creó tras amagar una y otra vez a Sol Campbell. En el Mundial, Marcelo Salas marcó 4 goles (2 contra Italia, uno contra Austria y otro contra Brasil. Tras una larga ausencia en la Selección y varios partidos sin anotar, convirtió el tercer gol de la victoria de Chile ante Bolivia, el 4 de junio de 2005. Con este gol acabó su sequía goleadora en la Selección, que se remontaba a 2001.
Al terminar las Eliminatorias para el Mundial Alemania 2006 se retiró de la Selección, pero volvió en agosto de 2007 para jugar la gira europea contra Suiza y Austria, esta vez de la mano de Marcelo Bielsa como DT de Chile. En octubre de ese año es nominado para iniciar las clasificatorias ante Argentina y Perú. Durante el partido válido por las clasificatorias para Sudáfrica 2010 que Chile disputa en Uruguay, Marcelo Salas convierte 2 goles, el primero de cabeza y el segundo, de penal, lo que lo ratifica como el máximo goleador histórico de la Selección con 37 goles, superando a Iván Zamorano, Leonel Sánchez y Carlos Caszely. Con 18 goles queda a un tanto de igualar, como máximo artillero de las clasificatorias sudamericanas de todos los tiempos, al argentino Hernán Crespo (19 conquistas).