Universidad de Chile apabulló por 5-1 a Curicó Unido en el Estadio Nacional con un inspirado Joaquín Larrivey, que anotó cuatro goles, en un duelo marcado por incidentes en las gradas.
Los disturbios se produjeron principalmente en el sector sur del recinto y en las afueras, donde fanáticos se enfrentaron a Carabineros, lo que terminó incomodando por momentos a los jugadores por el fuerte olor lacrimógeno.
Los "azules" tuvieron una gran contundencia en el primer tiempo, pese a no comenzar con un gran juego, aprovechando cada una de las intervenciones de Walter Montillo, quien fue el motor del equipo y que participó activamente en los goles de Larrivey en los 14' y 27 minutos, para tomar una buena ventaja.
No obstante, las dudas aparecieron en los 38' cuando el defensor central ex U. de Chile José "Pepe" Rojas apareció en ofensiva tras un córner e hizo valer la "ley del ex" al anotar el descuento de su equipo.
En el inicio del segundo tiempo, la interrogante era si la U iba a poder con la incertidumbre del resultado corto o si nuevamente aparecerían los fantasmas, dudas que disipó en tres minutos Ángelo Henríquez tras marcar el 3-1 de su escuadra.
Desde ahí, el partido tomó un vuelco en el que poco importó lo que pasaba dentro de la cancha, ya que tras el arco de Curicó, serios altercados se produjeron entre fuerzas especiales y algunos barristas, al igual que en las afueras, lo que provocó que la policía lanzara bombas lacrimógenas que entorpecieron por instantes el desarrollo del juego y que complicaron al portero Fernando De Paul.
Además hubo una lluvia de proyectiles en ese sector sur, algo que no desconcentró a los "azules" dentro de la cancha, que terminaron por sellar el triunfo en los 82' y 88', luego de dos nuevos tantos de Larrivey.
Ahora, Universidad de Chile deberá pensar en su desafío continental frente a Internacional de Porto Alegre por la Copa Libertadores, duelo a jugarse el próximo martes en Ñuñoa.
Curicó, en tanto, jugará la siguiente semana ante Deportes Iquique en el Estadio La Granja.