Liverpool firmó su mejor triunfo de la temporada este sábado al vencer 2-0 a Tottenham en la final de la Champions League, alzando por sexta vez en su historia el torneo de clubes más importantes de Europa.
Apenas sonó el pitazo del árbitro esloveno Damir Skomina, el conjunto de los "Reds" encaró con intensidad en el bloque ofensivo, llegando a la jugada en la que un centro de Sadio Mané dio en el brazo del volante rival Moussa Sissoko, intercepción que se sancionó con la pena máxima a favor de los de Anfield.
El cobro no fue discutido mayormente por los "Spurs", por lo que rápidamente Mohamed Salah no falló desde los 12 pasos y abrió el marcador al minuto de partido.
Sintiendo el golpe de la tempranera desventaja en la cuenta, el elenco londinense intentó llegar rápidamente al empate, pero no concretaron de buena forma sus oportunidades en ataque que tuvieron Dele Alli y Son-Heung min.
Durante el segundo lapso del cotejo, la escuadra blanca se atrevió a proponer e instalarse en terreno del adversario, ocasionando más peligro con remates de Christian Eriksen y Harry Kane, pero se encontraron con la buena respuesta del portero Alisson.
Cuando mejor jugaba Tottenham, llegó la segunda anotación de Liverpool a través de Divock Origi, que conectó un zurdazo a los 87' para liquidar el partido y firmar la victoria a favor de su elenco.
Gracias a una nueva "orejona" añadida a su palmarés, Liverpool pasa a ser el tercer equipo más ganador del Viejo Continente, por detrás de Real Madrid y AC Milan, que tienen 13 y siete respectivamente.