El británico Lewis Hamilton (Mercedes), triple campeón mundial de Fórmula 1 y ganador de las últimas dos carreras, afrontará en el próximo Gran Premio de Europa el asalto al liderato del Mundial que ocupa su compañero alemán Nico Rosberg, en el debut del circuito urbano de Bakú (Azerbaiyán).
Después de un inicio arrollador de Rosberg, que ganó las primeras cuatro carreras de la temporada, y a partir del infausto Gran Premio de España para los Mercedes, en el que las dos "flechas plateadas" chocaron entre sí y quedaron fuera de carrera, las tornas han cambiado en el equipo de Brackley.
Ahora es Hamilton quien domina, gracias a dos victorias seguidas, una en Mónaco en la que apostó por una estrategia de neumáticos agresiva que resultó vencedora ante el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull); y otra en Montreal (Canadá), donde se vio superado por una gran salida del alemán Sebastian Vettel (Ferrari) y volvió a jugársela con éxito a una sola parada para ganar la carrera.
Con estos 50 puntos en las últimas dos carreras, frente a los 16 que sumó el líder Rosberg (séptimo en Mónaco y quinto en Canadá), Hamilton redujo la diferencia a la mínima expresión: tan solo nueve puntos separan a los dos monoplazas de Mercedes: 116 puntos del teutón por 107 del británico.
El próximo escenario para el duelo entre los Mercedes es un circuito debutante, el trazado urbano de Bakú, la capital de Azerbaiyán, que recupera el Gran Premio de Europa, que no se disputaba desde 2012, cuando tuvo su última edición en el trazado urbano de Valencia.
La carrera en Bakú, el segundo circuito más largo del Mundial (6.003 kilómetros) después del belga de Spa-Francorchamps, será la primera de la actual temporada en la que se corra en sentido contrario al de las agujas del reloj.
El trazado tiene como característica principal una recta final de 2.200 metros, en la que los monoplazas alcanzarán una velocidad de 340 kilómetros por hora, la más alta en circuitos urbanos de la historia.
La pista urbana comienza con cuatro curvas de 90 grados, sigue con una subida a la parte vieja de la ciudad por su recinto amurallado con varias curvas estrechas, y culmina en una bajada hacia el paseo marítimo junto al Mar Caspio que lleva a la rapidísima recta de meta.
