El ariete nacional ingresó como titular ante el cuadro portugués y tuvo un correctísmo cometido. De hecho, respondió a la confianza de Tito Vilanova de manera perfecta ya que fue el encargado de abrir la cuenta en los seis minutos de compromiso, tras un buen desborde de Lionel Messi.
Tras el gol del tocopillano, los locales se crearon algunas ocasiones para lograr la paridad, pero nunca tan claras como la que tuvo Sánchez para clavar el segundo: El ex Colo Colo ingresa solo al área, enfrenta al meta Artur y eleva por muy poco, cuando el primer tiempo moría.
En el complemento, el conjunto culé justificó su superioridad, ya que no se refugió y fue contundente en los pasajes claves del partido. Por ello, no extrañó que Cesc Fàbregas, en los 55' liquidara todo con un remate potente, que silenció a los más de 60 mil asistentes al Estadio Da Luz.
El 2-0 fue imposible de remontar para los portugueses, que con más empuje que fútbol terminaron calentando los ánimos y golpeando más de la cuenta, con la impotencia propia y mal entendida de verse superados.
La única situación que empañó el categórico triunfo de los catalanes fue la lesión que sufrió su capitán, Carles Puyol, quien al disputar un balón aéreo cayó con el brazo y arriesga una fractura.
Con este resultado, FC Barcelona sumó su segunda victoria en la ronda grupal y lidera tempranamente su serie con seis puntos.
