Peñarol de Uruguay y Santos de Brasil, dos equipos con historia en el torneo, dan vida a la primera final de la Copa Libertadores de América, este miércoles, a las 20:50 horas, en el Estadio Centenario de Montevideo.
Aunque no tiene grandes figuras y estaba lejos de ser considerado entre los favoritos al inicio del torneo, la plantilla aurinegra ha ganado confianza, sobre todo después de dejar en el camino a Vélez Sarsfield en semifinales (también bajó a Universidad Católica en cuartos).
Además, el equipo será alentado desde las tribunas desde el principal coliseo deportivo "charrúa" por unas 50.000 personas que agotaron los boletos en pocas horas.
Peñarol ganó el título en 1960, 1961, 1966, 1982 y 1987, pero han transcurrido 24 años desde su última conquista, mucho tiempo para el equipo premiado como el mejor de América en el siglo XX por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS).
Por su parte, el conjunto brasileño tuvo una llegada a Montevideo rodeada de incertidumbre, por el cierre del aeropuerto como consecuencia de las cenizas del complejo volcánico chileno Puyehue-Cordón Caulle.
Además, en el partido de ida de la final no podrá contar con Edu Dracena, sancionado, y los laterales titulares Jonathan y Leo, que no se han recuperado de lesiones.
Estas bajas se suman a la del mediocampista Paulo Henrique Ganso, que ya estaba descartado para este partido por un problema muscular.
El compromiso será dirigido por el paraguayo Carlos Amarilla.
Aunque no tiene grandes figuras y estaba lejos de ser considerado entre los favoritos al inicio del torneo, la plantilla aurinegra ha ganado confianza, sobre todo después de dejar en el camino a Vélez Sarsfield en semifinales (también bajó a Universidad Católica en cuartos).
Además, el equipo será alentado desde las tribunas desde el principal coliseo deportivo "charrúa" por unas 50.000 personas que agotaron los boletos en pocas horas.
Peñarol ganó el título en 1960, 1961, 1966, 1982 y 1987, pero han transcurrido 24 años desde su última conquista, mucho tiempo para el equipo premiado como el mejor de América en el siglo XX por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS).
Por su parte, el conjunto brasileño tuvo una llegada a Montevideo rodeada de incertidumbre, por el cierre del aeropuerto como consecuencia de las cenizas del complejo volcánico chileno Puyehue-Cordón Caulle.
Además, en el partido de ida de la final no podrá contar con Edu Dracena, sancionado, y los laterales titulares Jonathan y Leo, que no se han recuperado de lesiones.
Estas bajas se suman a la del mediocampista Paulo Henrique Ganso, que ya estaba descartado para este partido por un problema muscular.
El compromiso será dirigido por el paraguayo Carlos Amarilla.
