
Con esta victoria, la morena jugadora norteamericana festeja por partida doble, ya que desde el próximo lunes aparecerá en el primer puesto del escalafón mundial del tenis femenino.
Lo cierto es que desde el primer punto del match disputado en la Rod Laver Arena Serena Williams le pasó por encima a su rival. Su experiencia en el circuito fue gravitante ante una jugadora eslava que pagó caro su inexperiencia en duelos decisivos, ya que se vio nerviosa e imprecisa.
Serena Williams, quien supo aprovechar los errores de su rival para sumar a sus vitrinas su cuarta corona del Abierto de Australia y recuperó el número uno del mundo, tras pasar 61 semanas al frente de la clasificación WTA en 2002, 2003 y 2008.