Carlos Sastre campeón del tour de Francia 2008
Carlos Sastre
Carlos Sastre
El Español Carlos Sastre cumplió en los Campos Elíseos el sueño de su vida al proclamarse vencedor del Tour, el séptimo emperador de la dinastía española en la carrera francesa, prueba que cumplió con el trámite de la última etapa disputada entre Etampes y París, con un recorrido de 143 kilómetros, que se adjudicó el belga Gert Steegmans, del Quick Step.
Los Campos Elíseos de París se rindieron ante el nuevo emperador del Tour de Francia, quien se abrazó a sus hijos nada más llegar a meta. Un corredor forjado en la escuela de ciclismo de su padre, su escultor deportivo y principal responsable de que el Tour haya incluido en su libros de historia a un español por tercer año consecutivo y con nombre diferente, algo que no ocurría en la 'grande boucle' desde los años cincuenta, con los franceses Louison Bobet, Roger Walkowiak y Jacques Anquetil.
El resultado tenía que llegar después de 10 años de profesional, con un comportamiento intachable y oscuro, al servicio de líderes como Hamilton o Ivan Basso. En su primera oportunidad como jefe de filas, Sastre hizo pleno. Respondió a la confianza del director del CSC, hasta el punto de que puso en el casillero español el triunfo numero 11.
Sastre, aclamado también por su mujer, Piedad, y sus dos hijos, se subió a la línea sucesoria de los campeones españoles que empezó Federico Martín Bahamontes en 1959 y que siguieron Luis Ocaña (1973), Pedro Delgado (1988), Miguel Indurain (1991-1995), Oscar Pereiro (2006) y Alberto Contador (2007). "Una victoria que hace justicia con Carlos, que ha sufrido toda la vida para conseguir este sueño", según su progenitor, el hombre que sigue fomentando la cultura y la actividad física desde su fundación de El Barraco.
La fiesta se completó con el maillot verde de Oscar Freire, el primero del ciclismo español en el Tour, valiosa prenda en el cuerpo del triple campeón del mundo que ya apunta a los Juegos de Pekín. El botín del ciclismo español se completó con cuatro triunfos de etapa: Valverde en Plumelec, Luis León Sánchez en Aurillac, Freire en Digne les Bains y Sastre en el Alpe D'Huez. Además Samuel Sánchez acabó séptimo en la general y Valverde el noveno, éste último alejado de su objetivo de luchar por el podio.
Los Campos Elíseos de París se rindieron ante el nuevo emperador del Tour de Francia, quien se abrazó a sus hijos nada más llegar a meta. Un corredor forjado en la escuela de ciclismo de su padre, su escultor deportivo y principal responsable de que el Tour haya incluido en su libros de historia a un español por tercer año consecutivo y con nombre diferente, algo que no ocurría en la 'grande boucle' desde los años cincuenta, con los franceses Louison Bobet, Roger Walkowiak y Jacques Anquetil.
El resultado tenía que llegar después de 10 años de profesional, con un comportamiento intachable y oscuro, al servicio de líderes como Hamilton o Ivan Basso. En su primera oportunidad como jefe de filas, Sastre hizo pleno. Respondió a la confianza del director del CSC, hasta el punto de que puso en el casillero español el triunfo numero 11.
Sastre, aclamado también por su mujer, Piedad, y sus dos hijos, se subió a la línea sucesoria de los campeones españoles que empezó Federico Martín Bahamontes en 1959 y que siguieron Luis Ocaña (1973), Pedro Delgado (1988), Miguel Indurain (1991-1995), Oscar Pereiro (2006) y Alberto Contador (2007). "Una victoria que hace justicia con Carlos, que ha sufrido toda la vida para conseguir este sueño", según su progenitor, el hombre que sigue fomentando la cultura y la actividad física desde su fundación de El Barraco.
La fiesta se completó con el maillot verde de Oscar Freire, el primero del ciclismo español en el Tour, valiosa prenda en el cuerpo del triple campeón del mundo que ya apunta a los Juegos de Pekín. El botín del ciclismo español se completó con cuatro triunfos de etapa: Valverde en Plumelec, Luis León Sánchez en Aurillac, Freire en Digne les Bains y Sastre en el Alpe D'Huez. Además Samuel Sánchez acabó séptimo en la general y Valverde el noveno, éste último alejado de su objetivo de luchar por el podio.