Talquinos y tricolores, se darán cita desde las 16:30 horas de hoy sábado en el Municipal de La Pintana para seguir alimentando ese anhelo, tal vez siempre atesorado por cada uno de sus jugadores, pero cada vez menos políticamente incorrecto, de querer ser campeones.
Hoy se jugará una versión más de un duelo que ha tomado tintes de "Clásico": Colo Colo v/s Cobreloa, un duelo marcado por la historia que hoy sábado desde las 20:00 hará estallar un Monumental repleto, en el que los tradicionales cánticos de la parcialidad colocolina, y por qué no, de los hinchas mineros que lleguen hasta Macul, aportarán una cuota más de emotividad a un compromiso al que ambos llegan con cierto ánimo de revancha. Casi cinco años han transcurrido desde aquel 21 de diciembre de 2003 en que Cobreloa, entonces dirigido por el uruguayo Luis Garisto, consiguió ante un atónito estadio Monumental su séptimo título: vencían a Colo Colo 2-1 en la final del Torneo de Clausura. En el partido disputado en la altura de Calama el cuadro albo había rescatado un valioso empate a dos tantos.
Talquinos y tricolores, se darán cita desde las 16:30 horas de hoy sábado en el Municipal de La Pintana para seguir alimentando ese anhelo, tal vez siempre atesorado por cada uno de sus jugadores, pero cada vez menos políticamente incorrecto, de querer ser campeones. 
Hoy se jugará una versión más de un duelo que ha tomado tintes de "Clásico": Colo Colo v/s Cobreloa, un duelo marcado por la historia que hoy sábado desde las 20:00 hará estallar un Monumental repleto, en el que los tradicionales cánticos de la parcialidad colocolina, y por qué no, de los hinchas mineros que lleguen hasta Macul, aportarán una cuota más de emotividad a un compromiso al que ambos llegan con cierto ánimo de revancha. Casi cinco años han transcurrido desde aquel 21 de diciembre de 2003 en que Cobreloa, entonces dirigido por el uruguayo Luis Garisto, consiguió ante un atónito estadio Monumental su séptimo título: vencían a Colo Colo 2-1 en la final del Torneo de Clausura. En el partido disputado en la altura de Calama el cuadro albo había rescatado un valioso empate a dos tantos.